Debido al gusto de la época por el Tango de los Tientos,
el Tanguillo lento metido por medio, se adaptaron por ese estilo algunos
cantables, como es la Mariana o la Farruca. La melodía de la Mariana al parecer
estaba en boca de gitanos trashumantes, pero serian de nuevo los cantaores
quienes la pusieron en valor adaptándola a lo Flamenco. Con ella triunfó el
Cojo de Málaga, que en principio se presentó como Cojo de Marianas, y también
se dio a conocer Luis López, el padre del guitarrista Luis Maravillas de ahí
que este cante se conozca también como Tientos de Luis López . Así lo grabó con
la guitarra de Ramón Montoya en 1910.
Este cante ya lo habían registrado Sebastián el Pena,
La Salerito, el Mochuelo, Garrido de Jerez Manuel Escacena, la Rubia de Málaga,
o Manolo Pavón entre otros. Una versión antológica fue la que hizo el gran
Bernardo de los Lobitos. Tal fue el alcance popular del tema, llegando a
rebasar al del Garrotín y la Farruca. El cante se distingue por su peculiar melodía
y su glosolalia introductoria: “Tronlorón, trolorón….tronlororeiro, tnonlororeiro,
tronloreiro, trolorón.
EL COMPÁS. El aire de la Mariana tiene, frente
al de los Tientos, cierta cadencia de Zambra.
LA TONALIDAD. La tonalidad con la que se acompaña
es el tono Flamenco.
LAS LETRAS. La estrofa sobre la que se canta la
Mariana es una terceta hexasílaba, y se sale de la métrica normal de la copla
flamenca ya que se trata de una canción que, como otros estilos se hizo cante.
LOS PRINCIPALES
INTÉRPRETES:
Los ya mencionados anteriormente: Sebastián el Pena,
Curro Melena,etc.