Estilo del Flamenco trasplantado por los numerosos
repatriados, colonos, artistas-toreros- y soldados, que regresaron de las
colonias a España a finales del S.XIX, evocando en sus cantos las tierras
americanas.
La Milonga
argentina es un estilo eminentemente cantable y provine de la llamada “payada
de contrapunto”, y tiene profundas conexiones en el plano rítmico-métrico y en
el armónico con la habanera y el Tango antillano. El proceso evolutivo que
sigue la Milonga argentina hasta su
definitivo aflamencamiento probablemente comience en el yaraví, y otros géneros
llamados tristes o estilos, para a continuación aparecer la cifra y por fin la Milonga. En 1860 el triste se convierte
en Milonga alcanzando esta su
eclosión o moda payadoresca entre 1880 y 1910(génesis del Tango orillero).
La primera Milonga
con verdadero carácter Flamenco, y compás de Tangos, Tientos, es la que
popularizó Pepe Oro que llega a España a finales del S.XIX. Estilo que procede
de la Milonga coreográfica, para ser
cantada mientras se baila. Este cante tiene dos partes bien definida, la
primera, la verdadera Milonga con su
retahíla de versos sobre un breve motivo melódico, y la rumbita final.
No preguntamos sino sería Chacón, de nuevo, quien
modelara la Milonga flamenca tomando la primera como tal Milonga y le añadiera la Rumbita que popularizó Pepa Oro. En 1912
Chacón hizo su viaje a Buenos Aires y Monte Video y al año siguiente la graba.
De esa Milonga
de Pepa Oro hizo Vallejo una recreación sublime. Otro tipo posterior y muy
popular de Milonga, más dramática,
parte de la interpretada por Manuel Escacena como Milonga de Juan Simón. Esta segunda variante tiene carácter más
triste y en opinión de algunos autores llegó al mundo del Flamenco en 1909 de
la mano de los toreros mejicanos que regresaron a España con Rodolfo Gaona, reflejando
con desolación el estado de derrota, respondiendo al clamor de una época, el
canto funerario de un imperio que después de cuatro siglos tocaba a su fin.
La personalidad creadora de Antonio Chacón y Pepe
Marchena ayudaron en el desarrollo que fijó el modelo, de tiempo aún más
pausado, a veces ad libitum, y en tonalidad menor. Podemos considerar entonces
creadores de Milongas Flamencas a
Pepa Oro, Escacena, Chacón y Marchena.
El cante de
Milonga es eminentemente silábico, aun haciendo uso algunas versiones de
largos melismas, y existen algunas grabaciones de Milongas que presentan combinaciones como la de introducir un
Fandango o Bulerías adaptando a estos géneros el carácter musical de la Milonga.
EL COMPÁS. Al igual que la Vidalita la Milonga se basa en la métrica de los
Tangos, Tientos, prescindiendo en muchas versiones del compás para realizarse
libre.
LA TONALIDAD. El modelo de Pepa Oro comienza sobre
el modo Flamenco para finalmente modular al mayor en la Rumbita, imprimiendo al
estilo el sentido bailable primigenio.
El segundo tipo, que llamamos de Juan Simón es de
tiempo más pausado y en tonalidad menor, más al estilo de la Vidalita, aunque
es propio de la melodía de Milonga
flamenca. En muchas ocasiones se suele confundir la Milonga con la Vidalita, ya que en algunas coplas de Milonga se nombra la Vidalita y se debe
también al similar carácter rítmico y melódico de los dos estilos.
LAS LETRAS. La décima sobre la que se entona la Milonga de Pepa Oro, se remata con un
estribillo que cambia, en ocasiones. El modelo de Juan Simón se adapta a la
cuarteta octosílaba.
LOS PRINCIPALES
INTÉRPRETES:
Los ya mencionados anteriormente: Antonio el
Sevillano, Angelillo, Niño de la Huerta, Pastora Pavón, Paco Flores, Niño de la
Huerta, José Cepero, Niña de la Puebla, Pepe Albaicín, Juan Valderrama, Enrique
Morente y Carmen Linares.