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NANAS




Los cantes de cuna, llamados en España Nanas, forman parte también del repertorio estilístico del arte Flamenco, al menos desde que las incluyera en la Antología del Cante Flamenco de 1954 Bernardo de los Lobitos. Las tonadas de Nanas, junto a la Alboreá y los cantes de labor aparecen en el estrato más antiguo de la melodía flamenca aportando tonadas que influyeron en otros cantes. Las Nanas se suelen cantar a palo seco sin acompañamiento de guitarra.

Sin embargo algunas de ellas Han obtenido una gran acogida por parte de los cantaores y estos las interpretan desechando el texto de la Nana original, para interpretar cantes con letras amorosas, manteniendo no obstante la melodía primigenia. Un modelo, con acompañamiento de guitarra, que mantiene el aroma original de la tonada y un aire apropiado al estilo es el que grabó Bernardo el de los Lobitos, recuperando un estilo para el repertorio que estaba entonces prácticamente olvidado. Las Nanas han llegado acompañarse al aire de Bulerías incluso por Seguiriyas con aroma de Liviana.

EL COMPÁS. Aunque en su forma más tradicional se cantan libres, a modo de tono, se le ha aplicado el compás de Seguiriya o bien el de Tientos-Zambra y el de Bulerías por Soleá.

LA TONALIDAD. La tonalidad es preferentemente la melodía frigia andaluza aunque acepta también el mayor y el menor al tratarse de un estilo que bebe directamente del folclore andaluz.

LAS LETRAS. Las letras sobre las que se cantan aceptan métricas muy variadas, debido a la propia naturaleza funcional del estilo.

LOS PRINCIPALES INTÉRPRETES:

Los ya mencionados anteriormente: El Chato de la Isla, Pedro Lavado, Antonio de Canillas, Chano Lobato, Laura Vital.