Estilo Flamenco integrado en el grupo de cantes
denominados de “Ida y Vuelta”, aquellos palos que se generaron a partir del
intenso contacto de la metrópolis española, con Cádiz como cabeza visible, con
la América hispana. La Rumba cubana
nominada guaguancó cubano podría ser el punto de partida para la Rumba flamenca, aunque ésta no deja de
ser un Tango Flamenco con la rítmica desdoblada.
Su correspondiente cubano más cercano sería no
obstante la Guaracha y un tipo de Rumbitas
campesinas, como el papelote, que abundan por toda la isla, preferentemente
entre los guajiros del interior.
La Rumba flamenca pudo haberse generado, partiendo de
la Guaracha (Trío Matamoros) pasando por la
Rumbita. El papalote y éste último en la versión de Pepe de la Matrona,
contenida en las “Rumbas de 1914”
que el cantaor sevillano grabó para la Magna Antología del cante Flamenco de
Hispavox. Las Rumbitas cubanas nos
indican pues el camino que pudo haber seguido el estilo Flamenco hasta
configurarse como tal un buen ejemplo sería este de la Rumbita campesina del Cangrejo.
La Rumba pudo surgir entonces a partir de la
disolución de elementos de la Guaracha que, junto a otros pertenecientes a
géneros Flamencos del complejo de los Tangos, muy emparentados con el carácter
rítmico-armónico de la música cubana, cristalizaron a principios del S.XX en
géneros que pasaron a denominarse Rumbitas,
Rumbas, Chuflas, buena parte de
ellas pertenecientes al repertorio de revista que tuvo gran auge a principios
del S.XX.
Dentro del desarrollo de la Rumba en el Flamenco, hay una primera época de espectáculos de
variedades, zarzuelas y otros géneros más o menos liricos en las que, aún sin
definir y bajo el nombre de Chuflas, Rumbitas,
Tanguillos o incluso Milonga los elementos fundamentales de la Rumba flamenca van cobrando carácter propio en las interpretaciones de La
Chelito, Rosario Soler, María la Cubana entre otras.
En Cádiz el lugar donde aparecen los primeros rumberos
flamencos, siendo talvez Pepa de Oro, gaditana de pro, la pionera. Aunque la
Niña de los Peines graba ya en 1917 con la guitarra de Currito de la Jeroma, un
numero con el apelativo de Rumba,
este se basa en aires argentinos y poco tiene de cubana. La Rumba flamenca genuina, de madre cubana es cosa de hace un
siglo, pues de ella apenas hay muestras en los discos de pizarra. El auge del
estilo se da en los años sesenta del S.XX, sobre todo en el ámbito de los
tablaos, aunque los cantaores siempre tuvieron prevención a interpretarla a no
ser para acompañar el baile. La Rumba
se identifica rápidamente por su aire caliente y sabroso, alegre, percutido y
veloz.
EL COMPÁS. El compás de la Rumba es binario, cercano al tumbao de la Rumba Cubana, pero con
acompañamiento de Guaracha, Se caracteriza por la distribución tímbrica de la
célula de Habanera, donde los acentos en las partes 1 y 3 del compás
corresponde al registro grave mientras las palmas acompañan acentuando el 2 y
el 4. El contrapunto producido por esta sencilla estructuración rítmica da
lugar a uno de los acompañamientos rítmicos más sugestivos del Flamenco.
LA TONALIDAD. Por Rumbas puede utilizarse las tres tonalidades del Flamenco, el modo
Flamenco, el modo mayor y menor.
LAS LETRAS. Por Rumbas, como por Bulerías, entran todo tipo de letras. Todo se
puede cantar en el sabroso compás de la
Rumba.
LOS PRINCIPALES
INTÉRPRETES
Los ya citados anteriormente: El Chaqueta, Beni de
Cádiz, Chano Lobato, Pere, El pescaílla, Camarón, Chato Amaya, Chacho, La
Chunga, los Hermanos Reyes, Naranjito de Triana, Los Marismeños, Rumba Tres,
Bordón Cuatro, Los Chichos, Los Chunguitos. Ala guitarra Paco de Lucía, fueron
celebres las versiones coreográficas por Rumbas: Antonio, Rafael de Córdoba,
Lucero Tena, La Chunga, Antonio Gades, Manuela Vargas.