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SEGUIRIYAS



Se conocieron con el nombre de Playeras en la primera mitad del S.XIX, después como Seguidillas gitanas. Algunos estudiosos apuntan que Playeras no viene de playa sino de Plañidera, mujeres que hacían sus cantos de velorio contratadas para tal menester.

Para el musicólogo Manuel García Matos la similitud de esta copla con la endecha, y sabiendo que esta era cantada por las Plañideras durante los duelos, se deduce que las primeras que las primeras Seguiriyas eran Plañideras y no Playeras, con el tema de la muerte como fuente de inspiración, como cante de duelo. Debido a que muchas de las endecheras eran gitanas, de ahí posiblemente el origen de las Seguidillas gitanas, denominación que aparece recogida en numerosas Tonadillas del S.XVIII aunque esta no coincide en absoluto con la Seguiriya flamenca.

Diversos autores han venido poniendo en cuarentena la relación directa entre Playeras y Seguiriyas, sugiriendo que en realidad el término Playeras se utilizó como genérico del cante jondo. Así lo creía Pepe de la Matrona cuando afirmaba que en los finales del S.XIX se estilaba la formula “échate una Playera” para solicitarle a alguien que cantase Flamenco.
El género atrajo a creadores de formación académica, pues conocemos Playeras compuestas por Enrique Granados, Pablo Sarasate, Ruperto Chapí, Oscar Esplá o Graciano Tarragó.

Hoy se conoce como Seguiriya / Seguiriyas / Siguiriya / Seguirilla / Siguerilla/. La Seguiriya gitana o Seguiriya del sentimiento, nombre que recibió antaño, es la quintaesencia de la jondura; un estilo melismático y de carácter muy dramático. La mejor pauta que nos va a sugerir que estamos ante un cante por Seguiriyas es la melodía melismática apoyada en una extensa gama de quejíos y sucesivos “ayes”.

Manuel de Falla en su estudio “El Cante Jondo” dice escuchar en la Seguiriya los modos tonales primitivos del cante litúrgico bizantino y la ausencia de ritmo métrico en la línea melódica, elementos asimilados por los gitanos granadinos de extramuros en el S.XV. Según García Matos de la Seguidilla castellana encontrado un antecedente en una ópera de 1820  “La máscara afortunada” donde en el numero titulado “Las Playeras” aparecen coplas de la métrica de la Seguiriya.
Demófilo recogió 177 coplas para cantar por Seguiriyas de las cuales 77 eran atribuidas a Silverio. El modelo arcaico lo conocemos a partir de la llamada Seguiriya del Planeta, una de las más antiguas que se conocen. Hace poco en el blog El Eco de la memoria el investigador José Gerardo Navarro nos indica una Playera de 1830 seguramente la más antigua hasta el momento. Del complejo genérico de las Seguiriyas forman parte también las Serranas y las Livianas ya que ambos estilos se rigen por el compás propio de las Seguiriya. Otra de las variantes seguiriyeras son las Cabales, Seguiriyas en tono mayor.

Como baile está considerada como uno de los más característicos, aunque fue Vicente Escudero entorno hacia 1940 su primer gran difusor, hasta la versión propuesta por Pilar López acompañándose de palillos.

EL COMPÁS. La métrica seguiriyera se basa en invertir el orden de la amalgama de compases de la Soleá. Esto es un compás de 3/4 alternando con uno de 6/8. Desde un punto de vista musical, a pesar  de que por muchos años cantaor y guitarrista lo han interpretado un tanto”ad líbitun”, a impulso de sentimiento, sin cuidar la métrica musical, esta queda reflejada ya en las grabaciones más arcaicas, donde un amalgama de compases se impone hacia un plano sonoro más evidente.

LA TONALIDAD. La Seguiriya se acompaña en el modo Flamenco. La variante de Cabales se acompaña y cantan en modo mayor.

LAS LETRAS. Así define su métrica Rodríguez Marín. Cuatro versos, asonantados los pares y todos de seis sílabas, excepto el tercero, que tiene once, y que necesariamente tiene que estar dividido en hemistiquios desiguales; “el primero de cinco y el segundo de seis”, por la cadencia especial que requiere en la quinta silaba. A veces no tiene más de tres versos, y en estos casos o se repite el primero para cantarla, o se le antepone un verso postizo generalmente de invocación.

LOS PRINCIPALES INTÉRPRETES

Pedro Fernández Fernández el Viejo de la Isla, Silverio Franconetti, Pericón de Cádiz, Pepe Pinto, Manuel Molina, El Loco Mateo, Manuel Vallejo, Antonio Monge “El Murruro”, Ramón Medrano, Juanito Mojama, Antonio Mairena, Antonio Chacón, Pepe de la Matrona, Pastora Pavón, Juan Talega, Andrés el Loro, Diego el Lebrijano, Juan Junquera, Manuel Torres, Manolo Caracol, Antonio Núñez,  , Carbonerillo, El Chocolate, Terremoto de Jerez, Camarón de la Isla, Enrique Morente, etc.